Estos ejemplos de niños salvajes demuestran como el ser humano necesita estar en sociedad para poder construirse como tal puesto que las personas que viven al margen de la sociedad, aunque tienen forma humana, carecen de las capacidades que habitualmente consideramos que nos hacen humanos. Así como afirmaba Aristóteles:
"Los hombres son claramente un animal pero no un animal cualquiera, son un animal social. El ser humano por naturaleza se organiza en sociedades y gracias a ellas se puede hacer un hombre pleno y alcanzar la felicidad puesto que si no viviese en sociedad sería un animal más, no como un hombre."
La vida humana no es posible al margen de una sociedad, sin ella seríamos animales salvajes, sin lenguaje ni valores morales ni la educación que nos enseñan desde pequeños.
Además, en todos los casos que se tiene constancia, el intento de ingreso de un niño salvaje en el mundo social han sido un total fracaso. Un ejemplo reciente es Rochom P'ngieng, la niña salvaje camboyana que después de aparecer tras 9 años perdida en la jungla no conseguía adaptarse en la civilización. No recordaba hablar, emitía gruñidos y se negaba a vestirse.
En conclusión, la esencia del hombre se encuentra en la sociedad que forma con los demás humanos que le permite construirse y desarrollarse como tal.
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ResponderEliminarBien María. Convendría destacar que hay bastante diferencia entre la realidad y los mitos. Los niños de las fábulas son más nobles y puros que los "contaminados".
ResponderEliminarSaludos